Por lo general los trabajos por los que se suele comenzar son los de albañilería como tirar o levantar algún tabique si va a cambiar la distribución o cambiar las ventanas de la vivienda.
A continuación, sobre todo si cambia el cuarto de baño llegan los trabajos de fontanería como renovar las tuberías, cambiar bañeras o duchas, instalar o cambiar el sistema de calefacción o revisar los desagües.
Después será el turno de los electricistas para que realicen o renueven la instalación eléctrica y se encarguen de que haya enchufes y tomas donde necesite.
Es recomendable que los trabajadores que se encarguen de la parte de la pintura y de la carpintería se coordinen entre ellos, aquí el orden puede variar pero los pintores pueden comenzar con su trabajo, aunque luego vuelvan a retocar tras la finalización de los trabajos de carpintería.
Los carpinteros por su parte colocarán el suelo, los rodapiés y cambiarán las puertas, si eso es lo que necesita. Además pueden encargarse de hacer algún mueble a medida como un armario empotrado o diferentes estructuras. Los trabajos de carpintería suelen dejarse para el final.
Es importante estar atento durante la reforma de su hogar por si hubiera algo que no le gustara que diera tiempo a modificarlo, aunque no tiene por qué ocurrir.
Al finalizar la reforma puede contactar con una empresa de limpieza especializada en reformas, ya que este tipo de empresas suelen contar con la maquinaria y productos adecuados para retirar todo el polvo y los escombros que se formen, limpiar los cristales, puertas y todo lo necesario.